De todos es sabido que correr una maratón comporta un sacrificio casi sobrehumano. De todas es sabido que para realizar esta prueba con un mínimo de garantía es necesaria una preparación fisica y psicológica previa. De tod@s es sabido que lo más grande para un atleta es poder participar en una Olimpiada y finalizar la prueba que disputa. Y hablando de sacrificio y afán por conseguir un objetivo, hace unos días ví la entrada de esta atleta en la prueba de maratón de Los Angeles´84. Fue en esta Olimpiada la primera vez se disputaba la prueba maratón femenina. La ganadora fue la norteamerica Joan Benoit en 2 h 25¨ 52 ”, impresionante, ¿no?.
Sin embargo, y por lo traemos este artículo, lo que llama la atención, es un hecho verdaderamente dramático que sucedió sobre los últimos kilómetros de esta maratón. Se trató de un caso muy parecido a lo que había ocurrido 76 años antes con Dorando Pietri y también en el año 1948 (Londres) en el caso del belga Etienne Gailly los cuales prácticamente colapsaron dentro del estadio olímpico en sus respectivas maratones. En Los Angeles se trató de una corredora norteamericana proveniente de Idaho y que era instructora de Ski. Esta atleta fue Gabriele Andersen - Scheiss la cual teniendo la ciudadanía suiza representó por lo tanto al país helvético. Dicha corredora entra al estadio completamente agotada, especialmente por efectos de la alta temperatura reinante. Todo el público asistente -estadio lleno- y los millones de televidentes presenciamos cómo esta aguerrida atleta dio la vuelta al estadio en 5´44”, con paso cansino, con la cabeza ladeada hacia uno de los lados y uno de sus brazos colgando inmóvil también a los lados del cuerpo. Prácticamente todo un cuerpo médico la acompañó en esta vuelta final aunque sin tocarla. Gabriele Andersen - Scheiss se derrumbó después de cruzar la línea final ocupando el 37 lugar. ¿Qué ocurrió luego de esta dramática llegada? Nada en especial. Dos horas después de haber cruzado la meta, Andersen - Scheiss fue dada de alta, ya se estaba alimentando y 10 horas después la estábamos escuchando en un reportaje para la televisión. Debido a lo sucedido en la carrera olímpica, la I.A.A.F. crea la “regla Scheiss” la cual consiste en la actualidad en que durante el recorrido de la maratón los participantes pueden recibir atención médica sin recibir por ello sanción alguna.
Otro de los datos que se puede a resaltar sobre esta maratón fue lo que le ocurrió a la corredora Díaz de Cano, de Honduras. Esta deportista ya iba rezagada 6 minutos detrás del pelotón de corredoras a los 5 kilómetros, pero su retraso se hizo ya de casi 28 minutos sobre los 20. Por dicho motivo los oficiales del tráfico la instaron a que abandonara la carrera dado que “interrumpiría el tráfico” demasiado tiempo. A partír de esta carrera también se instauró, el denominado " fuera de control" en maratones.
Aquí podemos ver el vídeo de la entrada en meta de esta luchadora
Fuente:efedeportes
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